El bullying se origina por distintas causas, como por ejemplo:
- Personales: Un niño que actúa agresivamente sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en la escuela o en la familia. Adquiere esta conducta cuando es frecuentemente humillado por los adultos. Se siente superior porque cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño muy débil y con poca capacidad de enfrentarlo.
- Familiares: El niño puede tener actitudes agresivas como forma de expresar sus sentimientos ante un entorno familiar poco afectivo, donde existen situaciones de ausencia de algún padre, divorcio, violencia, abuso o humillación por parte de los padres y hermanos mayores; o tal vez porque es un niño que posiblemente vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades o por el contrario es un niño sumamente mimado y consentido. Todas estas situaciones pueden generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes.
- En la escuela: Cuanto más grande es la escuela hay mayor riesgo de que haya bullying, sobre todo si se le suma la falta de control físico, vigilancia y respeto; humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos.
- Para el o los agresores: Pueden convertirse posteriormente en delicuentes, la persona se siente frustrada porque se le dificulta la convivencia con los demás niños, cree que ningún esfuerzo vale la pena para crear relaciones positivas con sus compañeros.
- Para la víctima: Tiene baja autoestima, se muestra débil y pasivo, pierde el interés por los estudios lo que puede llevar al fracaso escolar, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.
Los nuevos modelos educativos a los que son expuestos los niños; como la ligereza
con que se tratan y ponen en práctica los valores, la ausencia de límites y reglas
de convivencia, han influenciado para que este tipo de comportamiento se presente
con mayor frecuencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario